domingo, 28 de noviembre de 2010

Se necesitan profesores de español en Brasil...

Se necesitan 12.000 profesores de español en Brasil

AFP | MADRID
El rápido incremento del número de estudiantes de español en Brasil, que ya cuenta con más de 5 millones de alumnos de esta lengua, hará que se necesiten 12.000 profesores, indicó este miércoles el Instituto Cervantes.

"Más de cinco millones de alumnos estudian español en Brasil", lo que supone "un enorme crecimiento frente al millón de estudiantes de español" cifrados en 2006, indicó este miércoles el Cervantes durante la presentación de su "Anuario 2009: El español en el mundo".

Los alumnos brasileños que tienen el español como asignatura "irán creciendo, según todas las previsiones", vaticinó en conferencia de prensa la directora del Cervantes, Carmen Caffarel.

Por eso, la institución que promueve la lengua española en el mundo calcula que se necesitarán unos 12.000 profesores de este idioma en Brasil, que se sumarán a los 7.000 actuales.

Brasil aprobó en 2005 la "ley del español", que obliga a los centros públicos de enseñanza media a ofrecer el español como asignatura.

El Anuario 2009 también destaca a Rusia como país donde "se puede dar un 'efecto Brasil', es decir, una rápida expansión del español a medida que se aplique la ley que obliga a los centros docentes rusos a ofrecer esta lengua entre los idiomas extranjeros".

Unas 20.000 personas estudian español en Rusia, según el Cervantes, que además señala al África subsahariana como próximo objetivo para impulsar el estudio del español, de momento con una colaboración en la Universidad de Dakar (Senegal).

El Instituto Cervantes, entidad pública española para impulsar la enseñanza del castellano y la cultura española e hispanoamericana, cuenta con 74 centros en 44 países.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Un poquito de la cultura de mi región...

El Mate

Hay varios tipos de mate, todos preparados la base de hierba (ilex paraguariensis) y casi todos usan como recipiente la cuia de porongo y una bomba de metal, tradicionalmente de plata y oro.
Como curiosamente vale decir que en Rio Grande do Sul (la provincia donde vivo) no se usa el tererê (mate frío) de los paraguayos, ni el "mate cocido" de argentinos y uruguayos.
El mate más común en Rio Grande do Sul es el chimarrão, amargo y caliente, servido al chiar de la chaleira, cuando el agua alcanza la temperetura de 92°C. El chimarrão tiene historia y folclore propios, literatura y cancioneiro.
A continuación viene el mate dulce, exclusivamente femenino, donde la cuia es casi siempre de porcelana, existiendo ricos ejemplares que son joyas de familia. El agua para el mate dulce es la misma del chimarrão. Y se puede usar azúcar, açucar quemado o miel.
Hoy en día, medio fuera de uso está lo mate-de-leche donde el agua es sustituida por la leche caliente. Igualmente raro pero común en el pasado lo mate con cachaça caliente.
La cuia más común es la de porongo, una cucurbitácea llamada Lagenaria vulgaris. No se hace la cuia con el porongo propiamente dicho, pero sí con su parte superior llamada "flor del porongo". El Rio Grande do Sul, de hecho, se distingue del Uruguay y Argentina por el tamaño de las cuias, mientras Paraguay se distingue por usar preferentemente un chifre cortado como cuia. La cuia más fina es la retovada con plata y oro. La mayoría, sin embargo, tiene sólo el bocal revestido de metal. Otras tiene el retovo de bexiga de cerdo y hasta de saco de toro.
La bomba más tradicional es la de plata pero existe también y son muchos comunes las bombas con partes en oro y bombas más simples, de metal blanco, las cuales tienen el defecto de calentar mucho. Una bomba se divide en ralo, haste, pitanga o flor y bocal, la extremidad achatada en la cual la persona chupa el mate. ES creencia que el bocal de oro evita micróbios y no calienta mucho. Se atribuye al grande político río-grandense Assis Brasil la invención de una bomba hoy muy común en el Rio Grande do Sul, cuya haste es achatada, sin pitanga y cuyo ralo, también achatado tendría 365 furos, uno para cada día del año…A llamada bomba Assis Brasil es siempre de plata y oro y a los fazendeiros les gusta ostentar su marca en oro en la haste.
Sólo por curiosidad vale acordar que los indios guaranis, inventores del mate, usaban una bomba de taquara llamada tacuapi. En la hora de matear, muchos gaúchos colocan plantas medicinais en la cevadura del mate o ya en el agua de la chaleira. Los avios del mate comprenden la chaleira, la cuia, la bomba y el recipiente donde se lleva la hierba. Modernamente es muy común un estojo llamado chimarrita, para llevar los avios del mate.
Para iniciarse el mate se pone el agua para calentar en la chaleira, la cual, en los galpões o campamentos rudes, puede ser sustituida por la cambona (una simple lata de aceite usada con una alza de arame torcido).
Siempre se ceva el mate del lado izquierdo usando la palma de la mano para apretar la hierba. Vale notar que David Blochtein, modernamente, inventó una media luna de alumínio con alza para esa tarea, evitando así manchar la palma de la mano de verde. Con agua aún tibia, se llena el lado derecho de la cuia, en posición inclinada y se coloca la cuia en descanso para hinchar la hierba. Cuando el agua, calentando, alcanza 92°C, comienza la chiar, ahí se quita la chaleira del fuego. Con el dedo pulgar de la mano derecha se tapa el bocal y la bomba es introducida lentamente en la extremidad inferior de la media-luna de la cuia que está con agua, hasta el fondo.
Se retira el pulgar y la bomba suga el agua, haciendo descender el nivel del líquido en el interior de la cuia. Entonces es hora del cevador del mate chupar esa agua inservível y escupir fuera los goles esverdeados. Después es sólo llenar la cuia con agua caliente y obligatoriamente el cevador debe tomar el primer mate hasta la bomba roncar. Sólo el segundo mate ofertado a la primera persona que esté a la derecha del cevador y, sucesivamente, la cuia andará a la rueda en el sentido contrario de los ponteiros del reloj.
Si la hierba hinchar demás o se desparramar, lo mate debe ser "bosteado".

Después de algunas semanas estresantes...

domingo, 14 de noviembre de 2010

El mundo de la literatura se resiste a los cambios en la ortografía

LINGÜÍSTICA | Discordia por las modificaciones

El mundo de la literatura se resiste a los cambios en la ortografía

Soledad Puértolas, una de las que peor se toma los cambios. Soledad Puértolas, una de las que peor se toma los cambios.
"Como escritor, lo primero es la libertad expresiva", dice el poeta Antonio Colinas, "partidario de las normativas" y admirador de "la labor excepcional" que realizan las Academias de la Lengua Española pero que, como otros autores consultados por Efe, se acoge al "privilegio del creador" para tomarse con tranquilidad los cambios propuestos.
En parecidos términos se expresan también Soledad Puértolas, Martín Garzo, Juan José Millás, Antonio Muñoz Molina, Manuel de Lope y Andrés Neuman. Este último, nacido en Argentina y afincado en España, recomienda "no alarmarse por esos cambios".

Aún no es definitivo

La Comisión Interacadémica encargada de preparar la nueva edición de la Ortografía ha aprobado ya el texto básico y, si bien su contenido no será definitivo hasta que el 28 de noviembre lo ratifiquen en Guadalajara (México) los máximos responsables de las 22 Academias, ya se conocen algunas novedades.
Aunque en esa reunión final podría haber cambios, de momento hay modificaciones que resultan llamativas, entre ellas denominar "ye" a la "i griega" y que en América deban dejar de decir "be alta", "be larga", "be baja" y "be corta" para la "be" y la "uve".
También se suprime la tilde del adverbio "solo" y de los pronombres demostrativos, y se elimina, además, de monosílabos con diptongo ortográfico ("guion" y truhan").
'La 'ye' no la veo', asegura Soledad Puértolas
De todos los cambios, el que peor lleva Soledad Puértolas es la nueva denominación de la "i griega". "En España nos choca mucho ese cambio y no sé si va a funcionar. La 'ye' no la veo", asegura esta escritora, que siempre ha acentuado el adverbio "sólo" y que supone que lo seguirá haciendo, aunque tiene sus dudas
Puértolas, Premio Planeta y Anagrama de Ensayo, entre otros, se siente "un poco como Juan Ramón Jiménez". Quizá no llegaría tan lejos como el gran poeta en el uso de la "g" y la "j", pero no le importaría replantearse las distinciones entre "b" y "v", así como la utilidad de la "h". "No veo por qué el idioma no ha de evolucionar".

La tilde es necesaria

Otro que se resiste a decir "ye" y a suprimir la tilde del "solo" es Juan José Millás. "Ese acento del adverbio 'sólo' es pertinente y hay construcciones donde es necesario", asegura.
Millás (Premio Nadal, Primavera de Novela, Planeta y Nacional de Narrativa), considera conveniente la unidad que pretenden las Academias, aunque en su opinión "la gran riqueza de la lengua española está en la diferencia".
Antonio Muñoz Molina, nombre esencial de la literatura española de las últimas décadas, supone que los expertos "tendrán sus razones", si bien no entiende lo de suprimir la tilde en palabras como "guión" y "truhán".
El autor de "El jinete polaco" es académico de la Lengua pero, como pasa parte del año en Nueva York, no ha asistido "últimamente" a los debates y desconoce "cómo se ha llegado a esos acuerdos". "Los otros cambios son menos importantes, pero lo de 'guion' y 'truhan' no me gusta", subraya.

Contra lo que enseñaron en el colegio

Manuel de Lope seguirá poniendo el acento en el adverbio sólo porque así se lo enseñaron "en el colegio", y seguirá diciendo "be" y "uve". Lo de llamar "ye" a la i griega le parece "una falsa puesta al día". "A lo mejor a partir de las doce de la noche de mañana son faltas", afirma el autor de novelas como "Bella en las tinieblas" y "Las perlas peregrinas" (Premio Primavera).
Antonio Colinas cree sobre todo "en la libertad expresiva", esa que puso de manifiesto en su poemario "Sepulcro en Tarquinia" (Premio de la Crítica), en el que "no hay puntuación ni mayúsculas".
Colinas no es partidario de decir 'ye', porque la "i griega" es "algo entrañable"
Premio Nacional de Literatura, Colinas no es partidario de decir "ye", porque la "i griega" es "algo entrañable", ni de eliminar la tilde de "sólo", porque " no es lo mismo el solo de soledad, poéticamente visto, que el de solamente".
Martín Garzo sostiene que "no hay que dar demasiada importancia" a los cambios, porque la lengua es una especie de organismo vivo y son los hablantes los que crean la lengua y la renuevan".
Eso sí, "los que estamos acostumbrados a escribir 'sólo' con acento, nos va a parecer que esa palabra se queda demasiado desnuda si se lo quitamos", señala este escritor, Premio Nadal, Nacional de Narrativa y Ciudad de Torrevieja de Novela.